Pablo Torres/La Fiesta de los Sonidos

Fotografía: Edgardo Marval - Reportaje Revista Status, Marzo 2011

¡Pa´luego es tarde!

“¡China, me están quedando raritas las canciones, eso me gusta mucho!” me decía recientemente Pablito, con su mirada inocente y la expresión en su rostro de extrema emoción, con respecto a los temas, que compilados, darán forma a la tercera producción discográfica de Pa´Luego es Tarde (agrupación que lidera), realizada al igual que las anteriores por el también coriano Yssael Zárraga.

Pablo Alonso Torres Araya aparte de ser el líder de “Pa´Luego es Tarde” agrupación que por anhelo del jefe se dedica a variar constantemente la idea original, y que desde hace años deja colar sus temas en la pauta musical de La Mega a nivel nacional, es también una mente sin límites a la hora de crear y un alma elevada a la hora de percibir las injusticias que suceden alrededor. Prolijo en ideas geniales, se esgrime como crítico, analista y pensador, y, en relación a la música, advierte: “me gusta ir a lugares del instrumento donde pueda descubrir acordes disonantes que hacen vibrar la ropa.”

Es un tipo de gustos sencillos, honesto, liviano, dulcito y extremadamente inteligente, de esos con los que cualquier persona puede pasar días enteros hablando sin cesar sobre cualquier tópico, sin hacerte perder como oyente, en ningún momento, el interés. Nunca lo he visto bravo, otra razón para querer tenerlo de vecino, porque lejos de “jorobar” la paciencia, siempre va a tener algo bonito que decir y algo útil que aportar.

Pablo admite que la música llegó a su vida por defecto y luego por el gusto de investigar. En su hogar materno de raíces chilenas el rango del criterio musical era extremadamente amplio, así que no le quedó más remedio al muchacho que emprender la búsqueda por el conocimiento y el alivio de su curiosidad. Por lo tanto, su gusto es tan diverso como lo es su raciocinio, así tenemos que admira a músicos como: “Sting, Silvio Rodríguez, Horacio Blanco, Jerry Weil, Ilan Chester, Aquiles Báez, Humberto Suarce, Fernando Valladares, Andrés Briceño, Víctor Wooten, Cheo Hurtado, Simón Díaz, Spinetta, Steve Vai, Les Luthiers, Oscar de León, Calle 13, David Gilmor y una catarata de maestros más.”

Este arquitecto de formación y de oficio, se ha paseado por Chile, Colombia, Brasil, República Dominicana. España, Alemania, y Holanda; y expele poesía en cada frase, por ejemplo: “el mundo se mueve, tiene su propia música, las olas del mar, el viento pasando a través del follaje de los arboles, el trueno, el agua a través de la piedras. El ritmo de los humanos al caminar, los insectos cantando por la noche . . . cuando laten corazones...imitamos la música del mundo. Hay gente increíble que puede detectar la nota que da un alfiler al soltarlo en caída libre, es fa#".

Ha sido figura importante de la movida musical urbana de la región, afincándose el año pasado en la promoción de nuevos talentos con los reconocidos “Toques Inusuales”, y su vida transcurre diáfana en su hogar en “La Vela de Coro”, dividido entre sus amores: su familia, la arquitectura y la música. Es acérrimo defensor de vivir “haciendo lo que a uno le guste”, y acepta con desparpajo que alimenta el proceso creativo con una mezcla difusa de internet, conversas y buenos conciertos. Recientemente ha estrenado una guitarra customizada especialmente para Él.

Es hijo y hermano, es un esposo encompinchado, es padre abnegado, es creativo por reflejo involuntario, es profesor de la UNEFM de la carrera: Conservación y Restauración de bienes culturales, es un músico sencillo que se tripeó tocar en el “Puto Bar” de la ciudad capital, es un compositor irreverente que sucumbe ante “la presión atmosférica y la humedad ambiental. No decido cuando voy a escribir o componer...llega y la atajo. En otras ocasiones la necesidad de terminar la idea. Mis canciones están compuestas por varias estructuras que no necesariamente son a fin, es como recortar y pegar en un orden inusual...” infiere el bohemio escritor, a quien conocí en 2008 por intercepción del gran Mario Loaiza, amigo en común.

Y cuando se le pregunta a Pablito cuáles son sus próximos proyectos, él responde rapidito y los menciona con franqueza: “este nuevo año planeamos darnos otro paseo por Caracas y Maracaibo, acariciamos la idea de tocar en otro país, conocer gente inteligente, aprender música todos los días y practicar atléticamente el instrumento.”