Sobre @ArizonaRockCoach

Sobre @ArizonaRockCoach
Princesa Hechicera del Reino Indómito de Urumaco; guarapera empedernida, coach ontológico, pasajera, y transeunte de una vida Sin Desperdicio

Guarapo

La Real Academia Española explica que la palabra "guarapo" es una voz quechua cuya definición reza: "Jugo de la caña dulce exprimida, que por vaporización produce el azúcar".

Para nosotros los venezolanos, el guarapo aparte de refrescar, también se asocia al temple y poder de decisión. Este blog tiene por meta refrescar con dulzura la fuerza en el corazón, y ayudarnos a continuar con optimismo y coraje este incierto camino que, cada vez más escabroso, se llama vida.

miércoles, 22 de junio de 2011

Las Despedidas - Gordo Valles

Fotografía: Melkier Jordán


Una de las cosas que más agradezco de mis días en "Sin Desperdicio" es la oportunidad de conocer y aliarme con gente maravillosa, cargada de FE y buenas intenciones, dispuesta a dar cariño sin restricción. Tal es el caso de @gordovalles (José Daniel Flores Valles) una inmensa humanidad que se queda pequeña ante la magnitud de su nobleza. Él escribe palabras tiernas llenas de poesía, ha compartido conmigo algo y yo lo comparto con uds, textual!

"La Despedida es algo que se puede posponer en ciertos casos!
El saber que tienes que separarte de algún familiar o amigo en algun momento determinado . . . El entender que tus papás no estarán toda la vida allí.
Estos casos de separación la mayoría de las veces son inevitables menos uno!!! Cuando decides que el camino a emprender es el de aquella persona que amas, no por un golpe de suerte o del destino, sino por amor.
En ese momentó sabrás de corazón que la palabra único tiene un nuevo significado en tu vida y que la palabra separación no se postergará sino que desaparecerá de ti!!!"

sábado, 18 de junio de 2011

Para Dar Amor

Fotografía: Cheché Díaz Yugurí


En días pasados tuitié: "el mundo está enfermo porque hay escasez de amor. Vamos! a Dar Amor!". Postié esta frase pensando en las personas que han crecido sin amor y por lo tanto se resienten; también pensé en los que unen sus vidas con otras personas por las razones equivocadas y viven atrapadas en una jaula de desolación; pensé en los viejitos que no son queridos por sus descendientes y mueren solos y carentes de ternura; pensé en los que no se sienten aceptados y por lo tanto no aceptan que hay que convivir con los demás; pensé en aquellos que no se sienten capaces de cumplir sus sueños y viven una vida que no es la de ellos, sino la que han heredado de los demás; pensé además en quienes creen que el trabajo solo es una fuente de ingreso económico y no ven que puede ser un medio de realización; y pensé en aquellos que no han recibido disciplina ni educación y que no saben como tratar el planeta.


El amor está en la naturaleza del hombre, así como la ira y la soberbia, y se alcanza con altas dosis de seguridad, sinceridad y confianza. El amor es una llama fogoza que da calor a los corazones y que dada con humildad y en buena lid puede generar energía como los caballos de un motor. El amor se esconde en los gestos cotidianos, esos que nos hacen humanos y seres llenos de luz. El amor está en tus manos, esperando para ser ofrecido y para ser recibido.


Para dar Amor no hay que ser santo, ni angelito; no hay que ser Monje o Siddharta. Para dar Amor no hay que ser Karol Wojtyla ni Teresa de Calcuta; no hay que ser Ghandi ni Mandela. Para dar amor no hay que vivir en lo alto de una montaña, ni vestirse todo el tiempo de blanco. Para dar amor solo se necesita quererlo y abrir los brazos y el corazón sin esperar nada a cambio.


El amor yace reposando en una sonrisa sincera, y en la frase "por favor", se genera cuando una madre abraza a sus muchachos y cuando alguien escribe una canción. El amor está presente cuando en la pareja hay respeto y admiración; cuando se respetan las leyes, cuando se atraviesa la calle por el rayado, y cuando un amigo acongojado viene a recibir aliento y comprensión.


El amor aletea divertido en las enseñanzas de un verdadero maestro, en la cortesía con los extraños, en las tiendas de regalo y en los lugares de contemplación. El amor gira sus agujas dadivosas cuando se defiende la justicia, se recitan mantras, se ora por los hijos y se respeta la integridad de los demás.


El amor renace verdecito cuando cerramos los grifos y no echamos basura a la calle; cuando cuidamos las plantas y reciclamos el papel; cuando reducimos el consumo de bolsas plásticas y no echamos colillas al mar. El amor se explaya confianzudo cuando toleramos el estilo de vida del resto de la humanidad.


El amor se planta firme y victorioso cuando nos resistimos a la tentación de pelear en las inhóspitas calles, cuando no devolvemos la hostilidad que nos profieren, cuando jugamos como niños, y en el certero próposito de mejorar. El amor avanza en el terreno cuando abrazamos con frecuencia y nos hacemos promotores de la paz.


El amor se yergue altivo y orgulloso cuando cedemos en nuestros intereses para darle a los demás, y en el honesto cuidado de un médico a su paciente. El amor atraviesa distancias cuando cenamos en familia, cuando regalamos la luna, regalamos flores coloridas o contemplamos un atardecer.


El amor se pavonea caprichoso en los besos adolescentes, en las huellas en la arena, en las lecciones de un padre y en las carreras de obstáculos. Se esparce como escarcha en las danzas tribales, en las rodillas en el suelo, en los sueños de libertad y en la entrega de antiretrovirales.


El amor se posa majestuoso en el castigo que imparte una madre, en las clases de yoga y en las loncheras del colegio. El amor se refresca suave y cristalino cuando se escribe una carta romántica o una lista de mercado; cuando se toma una medicina, cuando se recogen las regueras y se prepara una sopita de pollo.


El amor cabalga retozón en la defensa de los derechos, en los masajes, en el café de la mañana y en la poesía. El amor acaricia sigiloso en la esperanza del enfermo, en la responsabilidad en los deberes, en la búsqueda de la luz y en las promesas ante Dios.


Y así podría pasarme la vida escribiendo sobre los actos cotidianos de amor . . . Lo importante es saber que hay más amor del que pensamos, y que para emparejar un poco la cosa y mantener el balance del universo, tenemos nosotros, sin esperar lo mismo de los demás, que empezar a frotar nuestras alas y patitas, vibrar en sincronía, hacerlo sonido, compartirlo y volverlo realidad.

martes, 14 de junio de 2011

A darse cuenta!

Fotografía: Mario Loaiza




Fundida con él en un abrazo, transmitiéndole mi energía y recibiendo su amor, contemplándonos al unísono con los ojos cerrados, sintiendo la brisa que movía mis cabellos y levantaba sus atavíos naranja, y palpando el flujo de energía que brotaba de su chakra superior, ese que estaba despejado de cabello y que se sincronizaba con mi respiración.





Terminó el hermoso abrazo y rozando mi oído susurró "agradecido", mis ojos conteniendo el caudal de lágrimas alegres lo miraron con ternura, a lo que él reaccionó tomando entre las suyas mi mano derecha para besarla y decirme sonriente, y en cierto tono de sentencia: "A darse cuenta".





No hubo que decir más. En ese instante comprendí que hay que despertar en algún momento, que todo lo que pensemos que está más allá de nuestra vista es cierto, y que hay un millón de cosas que nos atormentan sin razón, porque realmente no tienen importancia.





Comparto con ustedes este pensamiento sublime que emergió de aquel hermoso momento de paz espiritual y recarga de luz. Es tiempo señores. A mirar para arriba, respirar profundo y a darse cuenta . . .


. . . de que el ego a veces estorba; de que no necesitamos tanto para ser felices; de que en las horas más tristes y más oscuras nunca estamos solos; de que solo con amor sanaremos a este mundo.




A darse cuenta . . .


de que a pesar de las diferencias no hay mejor ni peor; de que en la llama de una vela se esconden grandes verdades; de que no hay música más melodiosa que los latidos del corazón; y que no hay lágrimas más valiosas que las que se derraman por amor.




A darse cuenta . . .


de que no es una carrera de velocidad sino de resistencia; de que estamos conectados los unos con los otros y a la vez somos un todo, por eso mientras más nos hagamos daño a nosotros más dañaremos a los demás, y mientras más daño hagamos más sufriremos después.




A darse cuenta . . .


de que vale más enfocarse en tus metas y tender la mano para ayudar que meter la mano sin ver bien y enfocarse en los demás; que no podemos pedir lo que no estamos dispuestos a dar.




A darse cuenta . . .


de que es mejor obtener el respeto que tener la comprensión; que el respeto y la tolerancia siempre están presentes donde hay amor; que al sonreir iluminamos caminos; y de que hay que calmar los egos y practicar más humildad.




A darse cuenta . . .


de que en la esperanza está el futuro; de que las matas de mango son alegres; de que no por viejo hay que dejar de vivir; y de que siendo honestos ganamos más (aunque no lo parezca).




A darse cuenta . . .


de que un cuerpo sin alma no camina; de que sí es menester honrar a nuestros padres y ancestros; y de que es de suma importancia cuidar acusiosamente nuestra Pacha Mama, la tierra generosa que a pesar de estar cansada y desvastada de nuestro egoísmo aun nos quiere dar más.




A darse cuenta . . .


de que es el camino el que realmente importa; de que el cambio primero se genera en nosotros; y de que tenemos que estar alerta a las señales.




A darse cuenta . . .


de que hay vacíos que es mejor dejar sin llenar; de que hay destinos que se pueden cambiar; que el amor se esconde detrás de los gestos más cotidianos; y de que dar es el mejor regalo que podemos obtener.




A darse cuenta . . .


de que un abrazo puede revelar secretos; de que a veces no estamos en lo cierto; de que en algunos momentos hay que escuchar detalladamente las palabras del silencio; y de que con cada día tenemos un nuevo chance para sanar.




viernes, 10 de junio de 2011

Programa 100

Fotografía: Edgardo Marval - Status Magazine


Hoy arribé a la radio a las 7 am, ya mis compañeras de aventura se encontraban en el lugar de los acontecimientos esperando mi llegada para subir los 4 pisos que nos conducen a La Mega de Coro y Punto Fijo, ya Camilo, nuestro prodigioso asistente de producción y musicalizador estrella estaba en el estudio y tenía listos los equipos que nos iban a permitir una conexión límpida y eficiente para transmitir el capítulo 100 de "Sin Desperdicio" desde uno de los pasillos centrales del Sambil Paraguaná.


A las 7:30 ya había discutido con el pobre Camilo, y me había molestado terriblemente porque no nos entregaron el backing que debíamos llevar al Sambil. Aun así me monté el corcel negro de la Niña del Mar en compañía de mi Licen y con la mejor de las actitudes nos fuimos con tres cachorritos en la maleta del carro para Punto Fijo.


Eran las 8:35 de la mañana cuando llegamos a la ciudad turística que fungiría de escenario para nuestra ansiada entrega especial, pasaron algunos minutos (que para mi fueron eternos) entre ser atendidos por la super diligente gerente de mercadeo, la adecuación del lugar y la instalación de los equipos. Mi británico sentido de la puntualidad ya me causaba dolor en el pecho y un severo ataque de caspa en reacción alérgica por estrés, aparte de la mala señal que por cuestiones de cobertura metálica del coloso comercial impedia una adecuada recepción de la señal radial.


Para hacer el cuento corto y entendible: sin backing, sin internet, pasando roncha con el teléfono y superando los dos apagones en Coro que interrumpieron nuestra programación, logramos salir victoriosas y cargadas de buena vibra por nuestro programa #100, y todo esto gracias a nuestros oyentes, seguidores y amigos que con sus mensajes por las diferentes redes sociales nos hicieron sentir dueñas de un cariño muy especial.


Aparte de la apertura con el Sambil para alianzas estratégicas, lo mejor de la desastrosa transmisión, que fungió como experiencia base para futuros pases en vivo, fue recibir ese chorro de amor canalizado por varias vías comunicacionales, y la grata compañía de Mario, Anya, Manuela y Arcade Lírico, así como la ayuda invaluable de María Vanessa.


Terminada la transmisión, y luego de almorzar en familia y reunirnos nuevamente con la solidaria Daniela Messina, emprendimos la marcha de regreso para pasar nuevamente un buen rato en la radio compartiendo en la gerencia todos los tropiezos y lecciones aprendidas, y esgrimiendo en colectivo sueños, alegrías y proyectos.


Ya cansada, sudada y agotada me dirijo entonces a mi oficina, donde comparto risas, labores y un delicioso gusto por la excelencia con jóvenes valuarte del diseño gráfico: a terminar un trabajito de edición pendiente y hacerle seguimiento al encargo de otro cliente. Se me hicieron las 7:30 de la noche, y me dirijo a la santa paz de mi hogar a investigar los sucesos más importantes de los años 1978, 1997 y 2008 para presentar en próximas ediciones de los Momentos Vintage, a transcribir la programación de la próxima semana y a idear nuevos contenidos y estrategias para SIN DESPERDICIO!


Son las 12 de la noche, tengo 17 horas trabajando, se me cierran los ojos del cansancio, y aun así no podía dejar de escribir estas líneas para expresar la mágica satisfacción que me produce:


1.- saber que hay gente que valora los esfuerzos y aprecia el trabajo intelectual que implica un producto radial con una producción tan compleja;


2.- percibir que aun en medio de la hecatombe tecnológica nuestra energía y optimismo pudieron más, y nos permitieron cumplir con la misión;


3.- divisar que aun con desperfectos los anunciantes ven en nosotras a un equipo eficiente de trabajo con el que se sienten identificados y en capacidad de dejar en nuestras manos la responsabilidad de representar a sus marcas;


4.- sentirnos parte de la familia D`Angelo, merecedoras a punta de velocidad de respuesta y sentido de compromiso, de la confianza y el aprecio de los dueños de la radio en la cual con mucho orgullo compartimos nuestras ideas y pensamientos;


y 5.- ser receptoras del clamor energético de los jóvenes creadores que han osado a exponer sus talentos y criterios en estos tiempos de tinieblas sociales, así como de la estima de quienes nos escuchan, quienes sintiéndonos partes de sus vidas nos abren las puertas de sus mentes y corazones cada vez que transmitimos el programa. Y hablo en plural porque yo se que Anita, la mejor compañera radial que he tenido en mis 15 años como radiodifusora, piensa y siente de la misma manera.


Así que seguiré luchando cada noche con el cansancio; seguiré exigiendo de mi equipo de trabajo excelencia y calidad en sus oficios; seguiré compartiendo mi experiencia laboral y personal con mi Licen para que se proponga ser cada día mejor de lo que ya es; seguiré peleando con Henry Marín para que me ayude a buscar formas de comunicarme optimizando el tiempo y los recursos de los que disponemos; seguiré molestando a mis amigos para que suban los 4 pisos y desde la cabina repartan sus conocimientos conmigo y con el público; seguiré echándome las goticas en los oídos; seguiré inventando nuevas secciones cargadas de información valiosa disfrazada con palabras amenas, seguiré abriéndole espacio en mi agenda, en mi silla y hasta en mi tiempo a los nuevos, buenos y locales talentos artísticos, seguiré amasando el tiempo para estirarlo y moldearlo a conveniencia; y seguiré, en tanto Dios me de salud, buscando hacer de "Sin Desperdicio" ese programa que desde hace años llevo en mi cabeza, y que se parece mucho a la emisión que estamos haciendo ahorita, a la altura del programa #100.


Gracias por ser testigos y protagonistas de este proyecto, que al igual que un hijo consume mucho del tiempo útil y productivo, nos quita la plata, nos causa dolores de cabeza, y nos pide toda la atención, pero que al darnos su amor y sonreirnos un poquito nos hace sentir que tanto esfuerzo y sacrificios han valido la pena.


Y recuerden la consigna: Por un pendrive libre de virus, por un día bien vivido, por un mundo con menos bolsas y por una vida "Sin Desperdicio".

lunes, 6 de junio de 2011

La Bicha esa!

Fotografía: Jaime Garvett
Texto extraído de la sección Machomenos en Sin Desperdicio


AHÍ LLEGÓ LA BICHA ESA, TODA BELLA Y DESPAMPANANTE, VESTIDA COMO SIEMPRE IMPECABLE, CON SU SONRISOTA DE OREJA A OREJA Y ESE BRILLO INCESANTE EN SU MIRADA.



LLEGA A CADA SITIO COMO CAMINANDO EN CÁMARA LENTA, LEVITANDO MIENTRAS SALUDA A TODOS COMO SI FUERA LA REINA DEL LUGAR.



ESTA SOLTERA, Y POR ESO SE DESPLAZA POR CADA GUATEQUE Y MOVIDA NOCTURNA BUSCANDO UNA NUEVA VÍCTIMA, Y SEGURAMENTE NO LE IMPORTA SÍ EL TIPO ESTÁ SOLTERO O NO!



AHÍ LLEGÓ, CON SUS AMIGUITAS QUE SE VISTEN IGUAL QUE ELLA, Y SIEMPRE LA ACOMPAÑAN PARA ARRIBA Y PARA ABAJO. SEGURO QUE VIENE PENDIENTE DE VER A QUIEN LE QUITA EL MARIDO.



DE VERDAD QUE YO NO LO ENTIENDO, NO LO ENTIENDO NO!



SI TU NO LO ENTIENDES YO TAMPOCO . . . ¿QUE SERÁ LO QUE LE VEN? PORQUE SI TE PONES A DETALLARLA BIEN, NO ES QUE SEA TAN BONITA, Y TAMPOCO ES QUE ESTÁ TAN EXPLOTADA DE BUENA.



TIENE SUS CAUCHITOS, Y SEGURO QUE SI SE PONE MINIFALDA SE LE VE LA CELULITIS. Y SI SIEMPRE ANDA EN TACONES ES QUE PARA QUE SE LE VEAN MÁS BONITAS ESAS CANILLAS.



EL PELO NO LO TIENE LISO, AHÍ SE LE VE QUE LO TIENE PLANCHADO . . . Y SIEMPRE ANDA MAQUILLADA, SEGURO QUE PIERDE LA MAGIA CUANDO SE ECHA LAS CREMAS EN LA NOCHE.



BUENO, Y A VECES SE PONE UNOS TRAPITOS QUE POCO LA FAVORECEN, Y TIENE UNOS PANTALONES NEGROS QUE NO SE LOS QUITA NI PARA IR AL BAÑO.



POR ESO ES QUE YO NO ENTIENDO . . . ¿QUÉ SERÁ LO QUE LE VEN?



¡LO QUE PROYECTA MUCHACHAS! DE REPENTE NO ESTÁ BUENÍSIMA PERO ELLA SE LO CREE. NO ANDA PENDIENTE DE LO QUE HACEN LAS OTRAS SINO QUE SALE A PASARLA BIEN.



Y YO QUE PENSABA QUE PARA LLAMAR LA ATENCIÓN DE ELLOS, HAY QUE TENER LOS 400 CC, LA CINTURA DE AVISPA Y LAS PIERNAS PERFECTAS.



PUES COMO QUE NO ES ASÍ MI LICEN, REALMENTE LO QUE ELLOS VEN, ES LO QUE VEMOS NOSOTRAS PRIMERO, ASÍ TENEMOSO QUE SI ESTAMOS TAN DESCONTENTAS CON NOSOTRAS MISMAS AL PUNTO DE MIRAR CON ENVIDIA E INSEGURIDAD A UNA TIPA RECIA QUE SÍ TIENE CONFIANZA EN SÍ MISMA, ELLOS TAMBIÉN NOS VERÁN ASÍ.



ASÍ ES LA COSA, ¿NO? MIENTRAS NO EMPECEMOS A CONFIAR EN NOSOTRAS Y COMPETIR SANAMENTE CON NOSOTRAS (NO CON OTRAS) PARA TRATAR DE SER MEJORES PERSONAS Y MUJERES, NO VAMOS A VIVIR TRANQUILAS, NI A DEJAR DE PREGUNTARNOS QUE CARRIZO ES LO QUE LE VEN A LAS DEMÁS.



Y SI AL CASO VAMOS, NADIE OBLIGA A NADIE A ESTAR CON UNA, SI EL HOMBRE ESTÁ A NUESTRO LADO, ES PORQUE ES CON NOSOTRAS CON QUIEN QUIEREN ESTAR, Y ASÍ VENGA LA ANGELINA JOLIE O LA MEGAN FOX A SONSACARNOS AL COSTILLA, SI EL HOMBRE ES DERECHO, A NOSOTRAS NO NOS VA A DEJAR.



DE REPENTE VOLTEARÁ A ADMIRARLA, PORQUE LAS COSAS BONITAS SE ADMIRAN, PERO SÍ NOS DEJAN POR OTRA, NO ES A LA OTRA A QUIEN TENEMOS QUE ODIAR. COMO HEMOS DICHO ANTES, CUANDO EL HOMBRE ES CHOLOLO NI QUE LO FAJEN CHIQUITO, Y A LO MEJOR NI NOS CONVENÍA.



Y EN VEZ DE ESTAR CELOSAS E INSEGURAS POR OTRAS, ES BUEN MOMENTO PARA PONERNOS EN LOS PALITOS Y ATENDERLOS MEJOR, Y BUSCAR METERLE A LA MENTE Y AL CORAZÓN COSAS MÁS PRODUCTIVAS PARA SER FELICES NOSOTRAS POR NOSOTRAS Y NO POR LOS DEMÁS.



SI TIENE AMIGAS, ES PORQUE NO HA DE SER TAN MALA GENTE. Y SI SALUDA A TODO EL MUNDO, ES PORQUE ODIOSA NO ES.



MORALEJA DEL CUENTO: ¡REVÍSATE A TI PRIMERO ANTES DE PONERTE A CRITICAR A LAS DEMÁS!

domingo, 5 de junio de 2011

A la curva se le entra rápido

Fotografía: Melkier Jordán

En 37 años bien vividos y bien gozados son muchas las personas que he conocido, muchos los lugares donde he habitado, muchos los oficios en los que me he desempeñado y muchas las etapas por las que he atravesado. Por supuesto queda mucho más por vivir, aun me siento en la adolescencia, y se que hay tantos mundos por descubrir. Pero quiero compartir con ustedes una etapa de mi vida que recordé con mucho cariño en estos días, eran mis días de patotera, en los que una de las ventajas de trabajar con mi esposo en aquel momento era la libertad que teníamos de irnos a recorrer las carreteras solos o en patota, cualquier día de la semana y a cualquier hora del día o la noche.


Por supuesto cuentos y aventuras de las travesías hay muchos, pero viene a mi mente poderosamente un consejo que impartió un señor que ya no está entre nosotros, y que a sus 60 y pico disfrutaba mucho gastando caucho en las vías en perfecta sincronía entre su cuerpo y su corcel motoro de dos ruedas. El doctor Gabriel nos dijo una vez: "A la curva se le entra rápido, y así es todo en esta vida".


Consejo que mi ex-esposo valoró de inmediato y le sacó provecho en el asfalto, y que yo llevo conmigo siempre y lo aplico en todos los aspectos de la vida. En nuestra existencia estamos en puerto seguro cuando baja la marea y tenemos todo a la vista y bajo control, pero las circunstancias y la luna, ocasionan sacudones en los que debemos prender alarmas y activarnos cuando sube la marea de los retos y las vicisitudes.


Hay situaciones que se pueden evitar, peleas que no son necesarias y problemas que atacados de inmediato se pueden disolver rauda y silenciosamente sin que esto conlleve grandes sacrificios o una pertubarción de nuestra psiquis o estilo de vida. Sin embargo hay otras, causadas por los agentes del destino o por nosotros mismos que azotan con fuerza nuestra vida para cambiarla drásticamente. Estas son las curvas de las que realmente nos hablaba el Dr. Gabriel, las curvas de las vida.


A esas mis hermanos, son las que ya no podemos torear, y que por el contrario nos exigen ser tomadas por los cachos y enfrentadas sin temor, cara a cara, respiro a respiro. Deben ser atendidas con coraje, y valentía, teniendo siempre en cuenta que es una circunstancia que tiene final, que aunque tomará algo de tiempo y causará incomodidad, en la medida en la que más rápido afrontemos, en esa medida más rápido saldremos.


No siempre son causadas por factores externos incontrolables por nuestra voluntad, muchas veces tienen que ver con errores cometidos en el pasado que buscan redención, o con decisiones que hayamos tomado relativas a la consecución de un fin. Sea cual fuere, si ya usted se cuadró frente a ese toro, no vale amilanarse y salir corriendo, lo más sabio es pararse firme y aguantar la embestida, con fuerza, con confianza y determinación, aguantando los chaparrones y teniendo la mente en el aquí y el ahora para aprender, y recordando siempre la meta. Una vez pasado ese tiempo calamitoso, angustiante y borrascoso, nos sentiremos más fortalecidos y con poderes sobrenaturales que nos dirán que SI SE PUEDE!


Por eso, antes de entrarle a la curva párate por un segundo, piensa bien en las cosas que te esperan, y cómo se pueden resolver, coge impulso y dale duro, y con entusiasmo a esta nueva prueba que se nos presenta en este gigante tablero de ajedrez que se llama vida, en el que siempre habrán peones y afiles, querrán deponer a tu monarca, querrán atacar a tu reina y herir a tus caballos, e inexorablemente será puesta a prueba tu integridad y tu temple. Juega bien tus cartas, y no tengas miedo, que por muy solo que te sientas sabrás que tienes guía divina y apoyo celestial. Aparecerán ángeles de la tierra para brindarte ayuda, y aliviarte con su luz, y saldrás victorioso de una nueva batalla, divisando sabiamente quién está de tu lado y en quién no te puedes confiar, independientemente si el resultado era el que esperabas.


No hay que tenerle miedo a las curvas, solo estar preparados para pasarlas rápido. No se le puede sacar el cuerpo a las curvas, solo nos queda ser precavidos y relajarnos en los momentos de marea baja y disfrutar de todos y cada uno de los tramos del paseo.


Enjoy the ride!

LA ACTITUD LO ES TODO!

Fotografía: Cheché Díaz Yugurí
Texto: www.senderoespiritual.com


UNA MUJER MUY SABIA SE DESPERTÓ UNA MAÑANA, SE MIRO AL ESPEJO,
Y NOTO QUE TENÍA SOLAMENTE TRES CABELLOS EN SU CABEZA.


"HMMM’ PENSÓ, ‘CREO
QUE HOY ME VOY A HACER UNA TRENZA’
.
ASÍ LO HIZO Y PASO UN DÍA MARAVILLOSO.


EL SIGUIENTE DÍA SE DESPERTÓ,
SE MIRO AL ESPEJO Y VIO QUE TENÍA SOLAMENTE DOS CABELLOS EN SU CABEZA.
DIJO, "CREO QUE HOY ME PEINARE DE RAYA EN MEDIO’
ASÍ LO HIZO Y PASO UN DÍA GRANDIOSO.



EL SIGUIENTE DÍA CUANDO DESPERTÓ,
SE MIRO AL ESPEJO Y NOTO QUE SOLAMENTE LE QUEDABA UN CABELLO EN SU CABEZA.



‘BUENO’ ELLA DIJO, ‘AHORA ME
VOY A HACER UNA COLA DE CABALLO
.’
ASÍ LO HIZO, Y TUVO UN DÍA MUY, MUY DIVERTIDO.



A LA MAÑANA SIGUIENTE CUANDO DESPERTÓ,
CORRIÓ AL ESPEJO Y ENSEGUIDA NOTO
QUE NO LE QUEDABA NI UN SOLO CABELLO EN LA CABEZA.



QUE BIEN!’ EXCLAMÓ.
‘¡HOY NO VOY A TENER QUE PEINARME!’


TU ACTITUD LO ES TODO.
SIEMPRE SE BONDADOSO, PORQUE CADA PERSONA QUE TE ENCUENTRES ESTA PELEANDO
ALGUNA CLASE DE BATALLA.



LA VIDA NO CONSISTE EN ESPERAR A QUE LA TORMENTA PASE…
¡¡¡ CONSISTE EN APRENDER
A BAILAR BAJO LA LLUVIA…!!!




Las Madres, guardianas del equilibrio

Fotografía: Cheché Díaz Yugurí


Saliendo del gimnasio sudada y cansada, dispuesta a emprender mi marcha camino a la radio, una de mis compañeras de faena aeróbica y antigua compañera de clase en el colegio hablaba con otras sudorosas féminas y lo único que alcancé a escuchar: "es que ya yo tengo 3 hijos, ya las madres no podemos luchar por la justicia" . . . esa frase me causó ruido en la cabeza, era como un chasquido chillante y agudo, de esos que producen "dentera". Cinco minutos más tarde me la encuentro bajando las escaleras y aprovecho el momento y la intimidad para decirle de forma solemne: "No digas que ya tu no luchas por la justicia, estás criando a 3 futuros ciudadanos, lo que ellos aporten a la patria y al planeta dependerá en gran parte de ti". Luego de esto, su mirada se petrificó, sus mejillas se sonrojaron y como en combustión espontánea de sus labio resecos surgió una sonrisa brillante seguida de un abrazo feliz.



En la actualidad las mujeres nos hemos enfocado en resaltar en otras lides para demostrarle a los hombres que somos capaces de todo, como sí ellos ya no lo supieran. Y ahora es algo exótico y novedoso el hecho de que aun haya mujeres que no tengan en la mente otra meta que la de casarse con un buen hombre para procrear. ¡Gracias a Dios que aun existen mujeres así!



El papel de las madres es fundamental para la subsistencia de la especie y mantener el balance de las fuerzas en el universo. Básicamente las diferencias entre la escala de valores de un ser humano y otro, radica en la presencia de una mamá equilibrada y responsable. Que sí es cierto que el que es maluco nace así y ni que lo fajen chiquito, pero esas son rarezas, a veces somos muy buenos pero criados en un ambiente hostil y sin valores no es mucho lo que podremos hacer.



Es la madre la que tiene en sus manos hacernos hijos de bien, seguros de nosotros mismos, libres de complejos y de odios hacia el mundo y los demás. Cuán importante es que las mujeres solas o acompañadas una vez que han emprendido esta maravillosa aventura, en la que yo todavía no he podido zarpar, se sientan conscientes del paso a dar, y lo hagan con la mayor entereza y coraje, porque el camino por recorrer no es fácil y requiere casi de una absoluta dedicación.



Asi vemos mujeres, que siendo madres y padres, sostén de hogar, y ejemplo de dignidad, no abandonan su estandarte de aparato eficiente portador y receptor de amor. Y es aqui donde quiero hacer incapié, en el balance. Sin dejar de ser mujeres que aman a sus hombres, es decir, que siempre están bonitas, arregladitas y de buen humor, salen a trabajar todos los días, a hacer las compras, a buscar a las criaturas al cole, a ejercitarse un poco en las mañanas, a preparar comidas deliciosas para nutrir a sus familias, y aun así asumir el papel de moldeadora del caracter de los futuros mandatarios de las naciones.



No ha de ser tarea fácil encontrar la medida justa entre disciplina y afecto, para enseñarles a nuestros hijos que no siempre se puede ganar, y que aun así siempre hay que dar lo mejor de sí; que debemos respetar a los demás, aun cuando cada vez somos menos respetados; que somos maravillosos siendo nosotros, pero habrá gente a la que no le parezcamos tan genial; que debemos ser buenos aunque parezca que a los malos les va mejor; y que siempre el camino difícil será el mejor.



Siempre agradezco a mi madre por estar allí en todo momento, por multiplicarse en mil y dedicarnos atención exclusiva a mi y a mis hermanos. Así agradezco en nombre del mundo a todas las mujeres que abrazan a sus hijos y les dicen cuánto los aman, y a aquellas que reprenden en el momento oportuno, y que les enseñan a defenderse de los complejos de los demás. Agradezco en el fondo de mi corazón, a las mamás que con el dolor de sus almas no vuelven a sus hijos toñecos y no los complecen en todo, aun pudiendo.



Aplaudo de pie a las madres, (y que me perdonen los padres que también cumplen un rol fundamental en la sociedad y cada vez son mejores padres, pero es que Venezuela es un matriarcado, el país de las mujeres divorciadas, de las profesionales emprendedoras, y de las madres solteras) que hablan clarito y raspado con sus hijos, que los enseñan a ser seguros de si mismos y que promueven con el ejemplo la práctica de buenas acciones libres de malicia y de perjuicio a los demás.



Chiflo y lanzo cohetes al ver a aquellas madres que aun cumpliendo su rol de orientadora en un nuevo mundo advierten en sus hijos condiciones especiales, y las celebran. Grito y brinco mil veces por aquellas mujeres que emprenden batallas para mejorar las circunstancias de sus hijos y de los otros en situación similar.



Me quito el sombrero ante aquellas mujeres que saben que ya no son solo las mujeres que eran antes, sino que divisan con gallardía que: de la atención que presten al cuidado de sus hijos éstos serán buenos ciudadanos o no. Porque para nadie es un secreto que una persona que haya crecido en un ambiente confortable, no estamos hablando de suntuosidades o lujos, rodeado de amor y cariño, crecerá más acertivo y abierto a la vida en sociedad, libre de complejos, y por ende dispuesto a ayudar más que a dominar, y en el peor de los casos a hacer el mal.



Se sabe que mucha gente halla en el sufrimiento de los demás alivio superfluo a su propio dolor porque le hace sentir igual. Porque a la final, eso es lo que se busca por naturaleza cuando se vive en sociedad: ser igual, o por lo menos sentirse igual. Entonces en la medida en la que los individuos sean felices por decisión, se sientan capaces de lograr cualquier meta, y se sepan importantes y queridos para los demás sin importar estrato social, holgura económica, nivel intelectual, gustos o inclinaciones, credos o filosofías, en esa medida la sociedad será una red de personas sanas pendientes de la mejora de sus condiciones como colectivo.



Hay fuerzas del mal, fuerzas de bien, y dos millones de puntos intermedios, pero son las madres las que proporcionan las armas para protegernos en este intrincado paraje, y las que con sus enseñanzas y esas altas dosis de amor y disciplina, las que nos harán capaces de tomar de la forma más respetuosa y considerada nuestras decisiones en el día a día.



Así que si tu crees que ya tu vida mermó porque estás en casa ocupada con los muchachos, déjame decirte que estas pelada, ahora es cuando comienza la rumba y el rock and roll; una deliciosa y acusiosa carrera de obstáculos que pondrá a prueba todas tus capacidades físicas, psíquicas y emocionales. En tus manos opera el equilibrio de las fuerzas en el universo, no lo olvides jamás.





sábado, 4 de junio de 2011

El Chivo de la Señora Dalia

Fotografía: Jaime Garvett




Ya he mencionado anteriormente que no hay casualidades en nuestras vidas, y que quien llega a nuestras existencias lo hace para cumplir con una misión en nuestro desarrollo y aprendizaje. Somos pequeñas piezas de un gran y complejo engranaje que nos hace girar y vibrar. Somos únicos y parte de un gran todo. Somos universales porque en nosotros yace el universo, y a su vez el universo se alimenta de nosotros.



Como sabrán mi progenitor fue criado como un rey en las tierras áridas de Urumaco, poblado situado en la región occidental de este preciosísimo estado Falcón. Hace como 25 años, mi papá quien ya casado y con hijos en la ciudad mariana de Coro no dejaba de ir un domingo a visitar a mi abuela Carmen, y un buen día de descanso se la encontró muy atareada salando un hermoso cadaver de chivo.



Mi papá derretido ante la belleza del manjar que tenía ante sus ojos, infiere a su madre para pedirle gentil y esperanzado una porción de tan suculenta comida, a lo que ella, tan corajuda como era, responde de forma brusca y severa: "No le pongas el ojo a este chivo, que este chivo es para la Sra. Dalia que se va de viaje".



Mi padre ya había perdido toda esperanza de deleitarse con este platillo de la gastronomía occidental de nuestro país, sin embargo no dejaba de pensar en él, y dejó en su mente grabada la imagen y el olor del animal muerto que al prepararse salado alude a un modo ancestral y tradicional de conservar su carne en buen estado por mucho tiempo. Una vez muerto el chivo, se cuelga para extraerle el cuero y desangrarlo. Luego se expone a grandes cantidades de sal, para posteriormente exponerse al sol por 8 horas aproximadamente. Una vez seca la carne, debe guindarse y colocarse bajo techo en un lugar fresco. Así, esta carne salada ha adquirido la capacidad de conservarse por largos periódos de tiempo manteniendo casi todas las propiedades de su sabor original.



La Señora Dalia era la vecina de enfrente de mi Abuela en Urumaco, esposa del farmaceuta del pueblo, Don Carlos Fuguet. Ambos padres prolijos de más de una docena de hijos, en su mayoría hombres, que fueron bien criados y todos, al igual que mi padre y su hermano a punta de sacrificios, mandados a estudiar fuera de los linderos del pueblo. Hoy los Fuguet están regados entre Coro y Caracas, seguramente habrá alguno que viva fuera del país, y honradamente han adquirido la responsabilidad de llevar el 13 de junio de cada año el pancito de San Antonio para las festividades tradicionales de este, mi pueblito ancestral. Esta responsabilidad ha sido transferida a las nuevas generaciones, una pila de muchachos, contemporáneos conmigo y mis hermanos. De hecho, muchos de los nietos de Doña Dalia son hoy grandes, especiales y entrañables amigos de esta negrita urumaquera. Y siempre la Feria en Honor a San Antonio funge de excusa para ir a compartir momentos extremadamente agradables con los gendarmes de una hermosa tradición.



Regresando al relato original, luego de un mes aproximadamente de aquella decepción que mi padre sufrió al quedarse con las ganas de probar esa divinidad culinaria y tradicional (mi papá aunque es un hombre que ha recorrido bastante del mundo, es amante y defensor acérrimo de la gastronomía regional, por eso en mi casa nunca ha faltado el chivo, el quesito de cabra, la natilla, el suero, ni una arepita pelada), por cuestiones de trabajo toma un avión para la ciudad de Chicago en los Estados Unidos. Al bajarse del avión, es sorprendido por un rostro conocido de la infancia. Se trata de Antonio Fuguet, uno de los hijos de Doña Dalia quien para aquél entonces hacía vida en la ciudad mundial del viento.



Con mucho afecto se saludan, y el Señor Antonio le cuenta a mis padres que se encontraba "casualmente" en el aeropuerto esperando a su mamá que estaba a punto de llegar en otro vuelo, y procede a darle su número telefónico y le invita a su casa a cenar junto a su mamá y otros amigos en su hogar.



Ya de aquí en adelante, el relato no causará sorpresa, porque como ustedes muy bien podrán imaginar el plato fuerte de esa cena, era el chivo que mi abuela estaba salando en Urumaco un mes atrás, servido como una pieza exótica de la gastronomía falconiana de los remotos pueblos sin agua del occidente. Quisiera haber estado de observadora en ese preciso momento en el que Doña Dalia habrá puesto sobre la mesa en medio del frio de Chicago, servido en lujosas bandejas y acompañado con hermosos vegetales, la cara de satisfacción y alegría pícara de mi progenitor al observar aquel antojo que no pudo saciar.



Ahora vuelvo al primer párrafo de este escrito: no hay casualidades en nuestras vidas. Y de este cuento pueden extraerse varias moralejas, por ejemplo, que ese chivo estaba destinado a ser devorado por mi papá; y que el mundo definitivamente es un pañuelo que nos hace encontrarnos y reencontrarnos con ciertos personajes, de allí lo que he dicho en otras ocasiones, aquello del mosaico de personas y de la necesidad de honrar y portarse bien con todo aquel que se cruza en nuestro camino.



Muchos años después, el hijo del Señor Antonio, nieto de Doña Dalia, Juan Carlos, un chamo que siempre estaba semipresente en los días de mi adolescencia durante los asuetos de carnaval y semana santa, me iría a buscar en el aeropuerto de Madrid, para recibirme y orientarme en esa ciudad maravillosa, que gracias a él y al cariño de otros amigos se quedó por siempre en mi corazón. Y aunque ya Doña Dalia y mi Abuela Carmen no están en este plano, en sus herederos quedaron bien inseminados el amor, el respeto y la solidaridad hacia los vecinos, por eso los Fuguet siempre serán especiales para los miembros de mi familia.


No es el mundo quien da muchas vueltas, son nuestros actos los que levantan consecuencias, acciones y reacciones que se unen en un mar de sucesos para reventar en la orilla como olas de aprecio, indiferencia o baja estima, dependiendo del tono de las semillas que cada quien siembre a su paso por la vida de los demás. Es un gran colchón de resortes, con muchos espirales entrelazados de historias que se comparten y que a su vez como entes independientes van y se conectan con nuevas vivencias por otros lados, para luego volver. Este es el ritmo fluido de la existencia: hacernos protagonistas de nuestras propias historias, a la vez de actores de reparto, figurantes, extras y villanos de otras tramas, tan complicadas y tan simples a la vez.



Esta es una de las historias urumaqueras que más me ha sorprendido y que utilizo con más frecuencia para ejemplificar las conexiones que nos unen a todos los mortales con pequeños hilos fabricados con el amor de nuestros ancestros. Cabe destacar que quien tomó la fotografía de apoyo a este relato, también es un nieto ilustre de Urumaco. Ya de los Garvett hablaré después.