Sobre @ArizonaRockCoach

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Princesa Hechicera del Reino Indómito de Urumaco; guarapera empedernida, coach ontológico, pasajera, y transeunte de una vida Sin Desperdicio

Guarapo

La Real Academia Española explica que la palabra "guarapo" es una voz quechua cuya definición reza: "Jugo de la caña dulce exprimida, que por vaporización produce el azúcar".

Para nosotros los venezolanos, el guarapo aparte de refrescar, también se asocia al temple y poder de decisión. Este blog tiene por meta refrescar con dulzura la fuerza en el corazón, y ayudarnos a continuar con optimismo y coraje este incierto camino que, cada vez más escabroso, se llama vida.

martes, 1 de junio de 2010

"Vaya que he sido feliz"

Pasaba yo sigilosa por la calle "Soledad", esa que aunque con muchos anuncios luminosos no deja de ser oscura, esa que por triste no deja de ser atractiva. Y en la cuadra más incierta, sin quererlo y sin buscarlo, me topé con un cartel que decía: "se reparan corazones". Titubeante pensativa, reparé en mis ideales e imaginé un club de solteros, fiesta y mucho humo; luego escudriñé aun mas lejos en mi inventiva y visualicé una fiesta en la playa conmigo engalanada de blanco y flores en la mano.

Con mariposas en mi vientre, y la boca reseca de tanto desamor, decido abrir la puertecita que inadvertida se escondía detrás del cartelón. Al entrar, una sensación térmica me invadió llenándome de calor, y una sala de museo me ofrecía la más hermosa colección de recuerdos imborrables. Como los cuadros de Harry Potter, se movían en un marco los momentos mas dichoso de mis años y horas anteriores: los días del colegio, las reuniones familiares, la fiesta de sombreros, las caricias de mi madre y los juegos de mis sobrinos; los romances fugaces, mis días en Madrid, Adícora a las 5 de la tarde y mis recorridos en moto; las flores que mi padre me ha obsequiado, el Universitario con mi hermano, mis clases de bailoterapia, las galletas de mi tía y las ferias de Urumaco; las cabinas de las radios, el estudio de DAT, los masajes de Michel, los compartires en Tara Tara y el Yankee Stadium en New York; los Magic Colors en Orlando, la Bandolera, las mejillas pecosas de mi hermana, el patio de mi casa y mis noches en el Pub; las chinelas de Petra, aquella fiesta de Halloween, el cardamomo del Dushi, los 24 en la Sierra y aquel 31 en Londres; las salidas en Aruba, los tequeños de las fiestas, la Pizzería de Evio, el despertar de los abrojos y mi perrita Mimí.

Después de tan mágica evocación, me esperaba en un espejo una negra igualita a mi, que me decía sonriente: "Vaya que has vivido, nadie te quita lo bailao". Fue en ese momento que abriendo mis brazos, sequé las lágrimas de mi cara, respiré profundo y me reí. Y en un gesto agradecido miré hacia arriba y dije: "Vaya que he sido feliz".

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