Papel y Lápiz

No en vano de pequeños nos mandaban a hacer planas como castigo. Y por algo muchas terapias consisten en escribir, y los poetas y cantantes se desahogan sobre el papel. Al pasar del plano de las ideas a la palabra escrita estamos decretando con fuerza y afianzando nuestros pensamientos, convirtiéndolos en promesas.

¡Escribe! tómate unos minutos para ejercitar tus manos y pensamientos. Acude a las reliquias en las que ahora se ha convertido el grafito o la tinta, y aplica la caligrafía. Es fácil, y puede resultar hasta divertido. Si no sabes cómo hacerlo, primero dibuja dos columnas una para tus fortalezas y otra para tus debilidades, haciendo una análisis lo más objetivo posible, como si observaras a otra persona frente al espejo. Hasta puedes agregar otra columna para denominar a aquellos factores externos que no puedes controlar, tomando en cuenta que lo que para algunos son amenazas, para otros más creativos representan oportunidades.

Teniendo en claro cómo eres, escribe tus sueños, deseos y anhelos; cuantifica un poco y vuélvelos metas y/o objetivos. Al realizar este ejercicio proferirás un poder increíble a tus ideas, programarás tu mente hacia el objetivo, y aumentarás el porcentaje de positivismo dentro del caudal de tus pensamientos.

Los mejores versos, hechizos y preceptos están escritos a mano sobre papel; también los mapas de los tesoros, los rituales mágicos, las recetas más deliciosas, las esquelas más apasionadas y la traducción de los 10 mandamientos. Usa tus dedos y muñecas para empuñar con las palabras, los pasos que tienes que seguir para cumplir tu propio mandato, ponle fecha, y dirígete a ejecutar.

Aprovechemos que hoy es lunes, para tomar lápiz y papel, y vaciar con estas herramientas nuestras autodefiniciones y anhelos más profundos. Que el esfero sea el pincel que pinte el mapa de los tesoros y las leyes de nuestras vidas. Que nuestras manos moldeen en acción lo que yace detrás de las palabras, y que plasmen en decreto nuestros más nobles deseos. Que el índice y el pulgar recorran sobre el folio la redacción de un contrato entre quienes somos y quienes queremos llegar a ser.

¡Lápiz y Papel!