Sobre @ArizonaRockCoach

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Princesa Hechicera del Reino Indómito de Urumaco; guarapera empedernida, coach ontológico, pasajera, y transeunte de una vida Sin Desperdicio

Guarapo

La Real Academia Española explica que la palabra "guarapo" es una voz quechua cuya definición reza: "Jugo de la caña dulce exprimida, que por vaporización produce el azúcar".

Para nosotros los venezolanos, el guarapo aparte de refrescar, también se asocia al temple y poder de decisión. Este blog tiene por meta refrescar con dulzura la fuerza en el corazón, y ayudarnos a continuar con optimismo y coraje este incierto camino que, cada vez más escabroso, se llama vida.

jueves, 12 de agosto de 2010

la labor paciente debe consumar

Fotografía: Cheché Díaz Yugurí


La paciencia es la virtud de los sabios, reza un proverbio casi ancestral que retumba en el pensamiento colectivo como un gong imperial, que nos dice que es más inteligente esperar.

Encumbrados en escabrosos momentos de cambios, nos sometemos al agobio de querer nadar en contra de la corriente, y aspirar prosperar cuando apenas es posible sobrevivir. Y en una constante toma de conciencia que nos provoca la falta de acción, nos hacemos tantas interrogantes: ¿Quién soy? ¿Qué quiero hacer de mi vida? ¿Cómo lograr las metas? ¿Cómo afrontar esta crisis? ¿Cómo alcanzar la estabilidad económica? ¿Dónde está la felicidad? ¿Para qué trabajar si me voy a morir, o si antes me pueden robar o expropiar el fruto de mis esfuerzos, o peor, el legado de mis padres? ¿Qué hacer? ¿Cómo hago para no deprimirme?

Paciencia. Sin reposar en los laureles que esperan inertes que nos recostemos sobre ellos, cansados de tanto golpear la pared, que no es cruzarnos de brazos ante las puertas que nos golpean la cara al pegar el trancazo, ni tampoco sentarnos a llorar porque todo está parado, no hay dinero y por lo tanto el engranaje económico no gira. Hello!!!! el mundo sigue bailando, y son los fuertes, los astutos, los perseverantes y los PACIENTES los que sobreviven.

Horace Mann, educador norteamericano, el primer defensor de la educación pública, destacó por ahí, supongo que animando a aquellos que se sumaron a su pensada imposible lucha, tomando en cuenta el mundo en el que le tocó vivir: "El genio puede concebir, pero la labor paciente debe consumar". Ja! Se te pueden ocurrir las más maravillosas ideas, diseñar los más hermosos sueños, construir las fantasías más placenteras, forjar las más nobles metas y formular los deseos más encomiables, pero si no se procede a la acción, al plan estratégico y al esfuerzo constante que implica sacrificios, pues no dejaremos de ser soñadores, ni le daremos valor a las ideas, ni forma a las palabras, ni sentido a la vida.

Que si bien es cierto que la lluvia calamitosa no escampa y que en esta carrera de obstáculos no nos dejan respiro, no debemos parar. Paciencia. Todo esfuerzo bien dirigido ofrece recompensa, todo anhelo bien gestado recibe su consistencia, y todo sueño por imposible se puede realizar. Paciencia, que sí se puede. Lo que a veces vemos como milagros sí ocurren y todo llega asombrosamente en el momento indicado. Que lo diga Lincoln desde su tumba, o Mandela desde Cape Town: lo importante no es desfallecer, aunque a veces sea necesario reposar en la sombra un poquito antes de seguir el camino.

Paciencia, que por muy oscuro que sea el sendero escogido no deja de ser bonito. Paciencia. Solo hay que sincronizar tu reloj con el de la trama que elegiste interpretar. Paciencia, que después de los primeros compases le agarras el paso a la circunstancia para bailar con ella esta pieza espirada que se llama "aquí y ahora". Paciencia, suelta un poco la rienda, sin perder el rumbo y relaja al corcel, a lo mejor más adelante hay lluvia y su instinto le pide ir despacio.

Que no en vano nos toca vivir, y más que eso aprender. Paciencia, que sí sabes para dónde, y no te desvías, vas a llegar. Paciencia, que por único y maravilloso no dejas de ser un grano de arena en la duna universal, hay mil millones de factores que no puedes controlar. Que la tormenta de arena no te detenga Santiago, porque sí eres el alquimista. Paciencia, si el tiempo te obliga a reducir la velocidad es mejor fluir con él que empeñarse en contrariarlo. Paciencia, que no hay mal que dure 100 años.

Hemos aprendido que tiene beneficios trabajar bajo presión, cumpliendo las metas, itinerarios y cronogramas, pero nada es más cierto que el hecho de que por muy planificado que seas (cosa que es admirable, fructífero y hasta prolijo) no todo lo puedes controlar, y menos a una fiera que nosotros mismos creamos, que se alimenta del miedo y de la inercia, por eso es que no hay que frenar. Esperar el instante oportuno para echar tus cronogramas a andar. Paciencia, no abandones la lucha, no gastes cartuchos que más tarde vas a necesitar, no luches con los molinos que te vas a cansar. Sigue como hormiguita, llevando tu carga, compartiendo energía, sorteando el obstáculo, con el marco metodológico en la mano y esperando el mejor momento para salir.

Que sí va a llegar, y la oportunidad te va a venir a buscar, por eso hay que estar preparado, y calentito, porque cuando nos recoja no nos va a soltar, ni va a querer perder tiempo, y mucho menos sentarse a descansar. Mantente alerta, camina, sigue ansiando tu meta, saborea tus triunfos porque SÍ van a llegar.

Y recuerda este guarapo que te dice y te repite que: la labor paciente debe consumar.

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