Sobre @ArizonaRockCoach

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Princesa Hechicera del Reino Indómito de Urumaco; guarapera empedernida, coach ontológico, pasajera, y transeunte de una vida Sin Desperdicio

Guarapo

La Real Academia Española explica que la palabra "guarapo" es una voz quechua cuya definición reza: "Jugo de la caña dulce exprimida, que por vaporización produce el azúcar".

Para nosotros los venezolanos, el guarapo aparte de refrescar, también se asocia al temple y poder de decisión. Este blog tiene por meta refrescar con dulzura la fuerza en el corazón, y ayudarnos a continuar con optimismo y coraje este incierto camino que, cada vez más escabroso, se llama vida.

miércoles, 21 de julio de 2010

Mi Credo

Fotografía: Melkier Jordán


Creo en Dios, como propulsor de la energía universal y del macrocosmos.
Creo en la Virgen, en todos los Santos, en los Ángeles, Arcángeles, Serafines y Querubines.
Creo en la magia de cada día, en los gnomos, metagnomos, hadas, duendes y hechiceros.
Creo en los vivos más que en los muertos, en las presencias, en los extraterrestres y en el amor eterno.
Creo en los sabios y en los maestros, en los guías espirituales, en los seres elevados y en la transformación.
Creo en las causalidades, en el destino, en la potencia de un abrazo sincero y en el poder de la oración.
Creo en el mañana, en la unión de la familia, en la hermandad con los amigos y en la posibilidad de un mundo mejor.
Creo en las segundas oportunidades, en el perdón como herramienta y en la redención.
Creo en la sonrisa de un niño, en la inmortalidad del cangrejo, en los milagros cotidianos y en la interconexión.
Creo en la responsabilidad como premisa, que el viento es naranja y habla italiano, y que en el fondo soy selenita.
Creo en las almas gemelas, en la solidaridad entre extraños, en los caminos lejanos y en las románticas frases de amor.
Creo en la paz como estado perfecto, en el balance, en la palabra de la gente, en la energía que se mueve y en la felicidad.
Creo en el sentimiento que atraviesa distancias, escala montañas y rompe ventanas.
Creo que no hay palabras sin sentido, en la grandeza de la honestidad y el despertar de los abrojos.
Creo en las premoniciones, en los fenómenos paranormales, que los sueños sí se realizan y en los imposibles.
Creo en la humildad del poderoso, en la bondad del desconocido y que siempre se puede crecer.
Creo en el cambio constante y en la evolución, que cada día es un regalo y que hay cosas que no tienen porqué.
Creo en la decencia de mis padres, en la inocencia de mis sobrinos y en la nobleza de mis hermanos.
Creo en la luz al final del camino, en vida después de la vida y en la reencarnación.
Creo que por muy oscuro el paisaje siempre hay esperanzas, en los cielos multicolores y en lo que hay detrás del arco iris.
Creo en la razón de la ternura y en los gestos de dulzura, en la caridad que libera y en la fuerza del corazón.
Creo en el deseo ardiente que yace impasible, en Manovinche y en la reconstrucción.
Creo en la Madre Teresa, en el Dalai, en Rigoberta y en Mandela.
Creo en la vida como un paseo, que no hay tan resistente como el amor de una madre, y que los tesoros no son oro.
Creo en la purificación con candela, en los mandalas y en mi comando de ángeles.
Creo en las pequeñas acciones, en la reacción en cadena y en la ley de causa y efecto.
Creo que nadie es realmente cuerdo, que todos somos poetas y tenemos superpoderes.
Creo en una mirada sincera, en la pureza de un gesto, los aromas que transportan, en la constancia y en la paciencia.
Creo en la música como terapia, en sirenas y argonautas, que aun hay príncipes en armaduras, que cada laberinto tiene salida y en las lágrimas de emoción.
Creo en la vida en otros planetas, en la furia de Pacha Mama, en la sinfonía del universo y en la inteligencia del hombre.
Pero sobre todas las cosas, creo en mí, como princesa hechicera, dueña y presidenta de mi vida, rectora de mis errores, regente de mis aciertos y desaciertos, autora de mis memorias, directora de mis películas y redactora de mis vivencias.

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