este es uno de esos momentos que hacen llorar de emoción, que sacuden el alma trépidamente y que paralizan al mundo entero. Tan solo de ver el rostro lloroso de Casillas, contagia al más insensible, y dan ganas de echar el resto y triunfar. Recuérdalo bien, todos somos campeones, tú también, solo hay que entrenar, luchar y buscar la excelencia en todas tus empresas.
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