Revisar no tiene nada de malo, para algunos será aburrido, pero es para todos menester.
Y es que tenemos tanto que revisar, que puede sonar proeza insólita e imposible, actividad que podría llevarnos una eternidad. Y lo cierto del caso, es que es más fácil cuando revisamos de a poquito cada día.
Revisa el entorno, y lo que hay más allá. Entendiendo que Revisar supone ver con atención y cuidado, y someter algo a examen para su enmienda de ser necesario, debemos tomarnos el tiempo y buscar un momento de paz para revisar lo mucho que tenemos por dentro: personalidad, forma de obrar y proceder, postura ante la vida, niveles de tolerancia, nuestros aporte para la consecución de un mundo más justo y lo más importante: qué tanto hacemos para ser felices.
Se requiere mano dura con nosotros mismos, y el hábito de reflexionar, con un poquito de coraje y mucha humildad en el corazón. Vuelvo a sugerir la matriz FODA y el uso del lápiz y el papel. Revisando de a poquito cada día, se nos hace más fácil el trabajo de querer ser mejores, porque fallas siempre vamos a tener. Lo importante es estar conscientes de nuestra mundana humanidad y estar dispuestos siempre y en todo momento a cambiar.
Que el cambio no muerde, al contrario nos hace levitar. Que lejos de buscar la muerte, el que se renueva constantemente lo que busca es fluir y evolucionar. Mejor ejemplo y actualizado el del fútbol: los equipos más sólidos y menos humildes, los que pensando que lo tienen todo se han negado a adaptarse, ya se han ido de este mundial.
Revísate, con calma y humildad. Observa cómo actúas con los demás. Quiérete por lo que eres y no tengas miedo de cambiar.
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