Ayer quería hacerme unos bucles para amanecer hoy más linda todavía, sin necesidad de ir a la peluquería. Total que me monté y mis moñitos, y como estaba en las labores de "Maestra del Agua" en mi edificio, muchos de mis vecinos me vieron con la cabeza así, y luego me pregunté: "¿Qué dijeran mis seguidores si me vieran así?" Y me reí, mucho.
A veces transcurrimos por la vida, enfocados solos en la meta, haciéndonos más eficaces, serios, constante y disciplinados . . . Haciendo, haciendo, haciendo . . . Porque tenemos una meta y un "deadline" . . . Y hacemos del "deadline" más importante, inclusive que vivir.
¿Qué tal si un día nos divertimos? ¿Qué tal si un día decidimos mostrarnos humanos, imperfectos y falibles? Y comenzamos a celebrar nuestros errores, y a reírnos de nosotros y las veces que nos hemos equivocado . . . Yo por ejemplo, recordé las veces que me he puesto dramática porque algo no salio como yo quería, para luego terminar dando gracias de que haya sucedido así, y también me reí mucho de las veces que he pasado vergüenza en público . . . Y hasta este ejercicio fue toda una revelación.
Cuando me solté el cabello, este parecía un nido de avestruz, entre muchas otras cosas. Lo cierto es que no funcionó mi experimento . . . Pero me reí, liberé endorfinas, me dejé ver así (imperfecta) y me divertí con ello, además que aprendí que así no se hacen los bucles.
Relaja un poquito la marcha, ya bastante pesada se hace con tanto caos y abusos, ayúdate a encontrar soluciones o a mira en perspectiva poniéndole un poquito de humor.
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