Sobre @ArizonaRockCoach

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Princesa Hechicera del Reino Indómito de Urumaco; guarapera empedernida, coach ontológico, pasajera, y transeunte de una vida Sin Desperdicio

Guarapo

La Real Academia Española explica que la palabra "guarapo" es una voz quechua cuya definición reza: "Jugo de la caña dulce exprimida, que por vaporización produce el azúcar".

Para nosotros los venezolanos, el guarapo aparte de refrescar, también se asocia al temple y poder de decisión. Este blog tiene por meta refrescar con dulzura la fuerza en el corazón, y ayudarnos a continuar con optimismo y coraje este incierto camino que, cada vez más escabroso, se llama vida.

martes, 14 de septiembre de 2010

¿Cásense con hombres ricos?


Fotografía: Cheché Díaz Yugurí

Al despertarme hoy, luego de sonreírle al espejo y estirar mis esperanzas, como todos los días, me vestí de optimismo y me vino a la mente la palabra: "humildad". Así que emprendí mi camino al trabajo debatiendo sobre el tema a tratar en la entrada de hoy, ya que ayer guarapié con la palabra "entusiasmo" y quería escribir algo bonito, que me levantara el ánimo a mi, y a mis muy selectos lectores.

Como muchos días de mi vida actual, me senté frente al ordenador, y en esos momentos en los que la mac trabaja sola, aproveché para escudriñar el internet, y me encontré con una sorpresita sobre la que ineludiblemente tengo que discernir. Luego de darle alegría a mi corazón, regocijándome con la alegría de los sobrinos en el facebook, diviso en el perfil de mi fantabuloso amigo Cheché, que su estatus citaba a Berlusconi con la siguiente frase: "Cásense con hombres Ricos" y ante la diatriba desatada, no me quedó más que responder: Pa que hombres ricos? te hacen un trofeo y mas na´. Yo diría: "cásense con hombres de verdad".

Algunos contestaban que es mejor follar con jardineros, otras se preguntaban dónde conseguir a los ricos, Cheché increpaba diciendo "Pablo, ya vemos que a Berlusconi nunca le tomarán en serio. Pobre Presidente" y una chica llamada Adriana Arismendi explotó semánticamente, y aquí viene la cita textual (agárrense):
"ahhh esos los encontras en los bares de putas todas las noches. ta fácil esa. porque te voy a decir algo Will, capaz, vos también lo sabés como yo, estoy harta de esa cuerda de chingones mal cojios y reputones internos que creen que la mujer es la mamá y sueñan con tener la mujercita callaita y rebajaita al raz del talón, pero que en una de que se emputen en la calle, gritan a todo pulmón: te voy a dar por el cuuulo.. como si fuese eeeeel castigo.. las mujeres no dicen, seguí jodiendo que te voy a lamer la lata!.. noo.. esa clase de actuación reprimida me empuuuuta.. y después de todo el show, te quieren cojer recién llegando a la casa por detrás, diciéndote al oido de lo más erotizante pa quien sabrá quien, quedate tranquilita que esto es para complacerme a mi solito, tu estate tranquilita que esto mira, es rapidito. que se decidan a ser lo que son. estamos en el siglo XXI coño, y cada quien la pone donde quiera y como quiera con libertad y honestidad. nojoda. fachos de su puta miasma.
sorry cheché.. si querés lo borrás >:Ç"

Y dije para mis adentros: "Eureka, encontré el tema de hoy", y aunque me negaba a discurrir en este espacio sobre el tema "Amor", dada su infinita complejidad, ya no tengo más remedio que escribir.
Luego de leer tal reflexión, llena de retórica furia analógica, vuelvo a repetir mi comentario del facebook: "cásense con hombres de verdad". Adriana lo que hizo fue ampliar con parábolas y mucha graficación mi idea. Y aunque yo no he sido tan maltratada, ni he estado con hombres tan "de lo último" como los que ella describe, si pudiera decir una cosa o dos, aunque tal vez no sea la más indicada, porque a fin de cuentas, estoy sola.

Si hablar de amor es complejo, hablar de matrimonio es más difícil aun, puesto que más allá del amor (artículo opcional en muchos matrimonios) sí implica una relación, un contrato, una negociación. En donde las partes tienen que estar muy seguras de lo que están comprando, porque después la cosa se puede tornar marrón pupú.

Y si fuera tan simple como un contrato mercantil, con cláusulas bien estipuladas fieles de cumplimiento, pero el peo radica que somos humanos los que nos casamos, y allí es donde se enfunda la complejidad del asunto. Expectativas, ilusiones, convivencias, intereses, proyectos en común, rutina, cotidianidad, compromiso, responsabilidad, costumbres, decepciones, celos, patrones, dinero, conductas y el qué dirán, maculan el escenario inevitablemente haciendo de una ley vital toda una complicación. Que para estar juntos, solo se necesita querer estarlo, con todo lo que ello implica: comprensión, tolerancia, respeto, admiración, entrega y sacrificio; también: compañía, sexo, cariño, solidaridad, apoyo, estabilidad, construcción, crecimiento, aprendizaje y muchas vivencias.

Hablar de casarse con hombres ricos es tan etéreo como el humo en la niebla. Porque si bien es cierto que da mucha tranquilidad no preocuparse por la comidita todos los días, ni por un 15 y último para pagar los gastos, el precio que muchas pagan por ella es irracional, pero lo respeto.

He sabido de tantas que por no quedarse solas, perder el status o la comodidad aguantan cachos, trancazos, humillaciones, maltratos, vejaciones, indiferencia y prepotencias, dejando a un lado la vergüenza y aquello que muchas desconocen y que se llama dignidad. Y lo respeto, porque ¿Quién soy yo para juzgar?

Solo digo que el error radica en dejarle al otro la responsabilidad de TU felicidad, como lo afirma Luís Fernández en cada intervención. Si es tu decisión preferir una vida llena de glamour y de disfuncionalidad, asume tu barranco y no te quejeis, quédese calladita aguantando el chaparrón, ya que realmente nadie te obligó. Sí quieres ocultar la frustración en la cama de un adolescente jardinero, y empuñar la venganza como cetro perenne, hazlo, pero clarita como el agua, sin venir después con golpes de pecho o desilusiones. Y si por otro lado, decides oír tu conciencia por encima de los cánones sociales y hacerte del brazo de un hombre que te respete, que comparta tus intereses y con quien te sientas plena y cómoda, sin importar lo abultado de su bolsillo, pues mi aplauso va para ti, aunque está claro que nadie es perfecto y problemas siempre van existir. Y, si yendo aun más allá, tomas la decisión de no desesperar y tomarte el tiempo para conocerte, disfrutarte, buscar la comodidad y lo que siempre anhelaste por tu propio esfuerzo, construir tus propios imperios y abrirle un espacio al corazón de manera espontánea para ser feliz TU, al lado de alguien . . . vaya mi ovación de pie, una ola interminable como las del Maracaná.

Y aunque la experiencia y el común denominador nos indique que en cuestión de relaciones sentimentales los ceros en las cuentas del hombre le dan permiso para vejar, realmente para ser mal esposo, no hay que tener plata, el jardinero también puede ser un patán, y el yuppie de traje, tal vez venga de vuelta y en una acto de madurez quiera una vida tranquila. Así que el chaparrón te lo buscas tu, sin importar si el hombre es rico o no.

http://www.facebook.com/chechetronico (en caso de que ustedes quieran participar también)

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