¡Admiración siento al verte!
Esperando tu vuelta llena de luz. Miro el celeste cielo y cuento las horas sin admirar ese rostro angelical.
Algunos poetas dicen, que sin amor es imposible plasmar las líneas del destino, estando en mi pensamiento ahora me doy cuenta de que es cierto.
Al separarnos por momentos, el tiempo me parece interminable como el mar. Y a tu vuelta, empiezo a buscar las palabras para poderte enamorar otra vez y sentirte mía como siempre.
Con cada partida esperaré y con cada llegada encontraré la forma de mantener vivo el calor de nuestro amor, para que nuestras almas se mantengan unidas para siempre.
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¡Hoy estás aquí y los nervios me consumen sin saber que hacer!
No soy bueno con las palabras, aunque cada vez que te hablo ríes y eso debe ser bueno.
No me gusta mirarte por mucho tiempo para no hacerte sentir asediada, pero tu no me quitas la mirada de encima con cada gesto y esa, tu sonrisa tan dulce.
Estando contigo siento temor por no saber como actuar, sin embargo veo regocijo y confort poniendo tu cabeza en mi hombro y eso me gusta.
Creo que encontré lo que quería para mi, por tu belleza y calidez, y aunque no te lo diga eres suficiente para mi.
Hoy también creo ser suficiente para ti, porque en mis gestos y mis mimos, en mis palabras y torpezas, hay un corazón que late por ti.
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¡Cómo me haces falta amor!
Estando tan solo mi vida se hace triste y vacía. Más que ser un complemento, eres parte indispensable de este sentimiento.
La inercia de mi corazón es prueba de que solo vivo porque así lo dispone el universo.
Estando frente al mar las olas susurran tu voz y yo perdido en este incomprensible panorama no te logro escuchar.
La luna llena, marca un camino que seguro lleva a esa sonrisa que me enamoró, pero mi alma está cansada de ilsiones y resignada aprende a vivir sin ti.
Espero la verdad, no creas que soy egoísta, pero el gris que hoy luzco es porque tú ese día de tu partida te llevaste también los colores del Arco Iris.
Mi castigo es vivir sin ti, y mi única recompensa es saber que algún día los colores volverán con tu mirada y la mía fija en la eternidad.
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Te encontré entre nubes y sueños.
Aunque mucho busqué ese sabor de boca que dejaste en mí, solo el tuyo me plena en virtud y dicha.
Sí te encontré, porque al fin entendí que cuando por primera vez te tuve no fuiste mía.
Hoy entiendo que tu sonrisa no puede ser presa del egoísmo de mi amor y que ahora este torpe corazón junto a tu cariño está dispuesto a encontrar ese lugar cálido para nuestro sentimiento.
Mi alma está ahora en sintonía con la tuya y juntas deben buscar ese nicho en donde afianzar y brindar todo este amor que nos llena no solo de sacrificio sino de compromiso para finalmente ser felices.
Aquí lo que hay es pedigree!
ResponderEliminarBuen post