Sobre @ArizonaRockCoach

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Princesa Hechicera del Reino Indómito de Urumaco; guarapera empedernida, coach ontológico, pasajera, y transeunte de una vida Sin Desperdicio

Guarapo

La Real Academia Española explica que la palabra "guarapo" es una voz quechua cuya definición reza: "Jugo de la caña dulce exprimida, que por vaporización produce el azúcar".

Para nosotros los venezolanos, el guarapo aparte de refrescar, también se asocia al temple y poder de decisión. Este blog tiene por meta refrescar con dulzura la fuerza en el corazón, y ayudarnos a continuar con optimismo y coraje este incierto camino que, cada vez más escabroso, se llama vida.

domingo, 9 de octubre de 2011

De la oscura noche al amanecer

Fotografía: Liliana Martínez

Anoche todas las estrellas eran fugaces, y hasta el mismo cielo tembloroso vibraba errante y quejumbroso mientras perdía color. Anoche en medio de las sombras salía el mar de su lugar y me cubría toda, pero aún así me dejaba respirar.


Anoche el aire se vestía de bruma marina y tomaba la forma de alado elefante, y taciturno y elegante me subía con su trompa en su lomo para llevarme a lo alto y mostrarme cuán pequeños son los problemas que nos aquejan a nosotros los simples mortales.


Anoche los animales se humanizaban y me daban secretos mensajes, y en mi mente se sembraba aquel viejo soneto que decía: ¡no suspireis más, niñas, no suspireis! Mientras mis penas recorrían ardientes mi intestino quemando todo a su paso.


Anoche la arena era de goma espuma reflectante, y sobre ella me veía grande y poderosa. Aunque sabía que estaba sola en medio del dolor, podía sentir palabras de aliento que suaves como el polvo cósmico caminaban conmigo para abrazarme el corazón.


Anoche se fueron las estrellas, porque eran fugaces y el cielo quedó todo negrito y de ese mismo color quedó todo el paisaje. Y no había alrededor calor o cobijo, solo yo contra mis miedos y los que pensaba eran mis problemas, danzando como en tribal espiral para decirme que están allí para enseñarme.


Anoche comencé a escuchar a lo lejos, aquellas canciones de la infancia que hablaban de Dios. Y en medio de la oscuridad comencé a ver figuras de colores, muchos y brillantes colores que cambiaban su forma al ritmo melódico y nostálgico de aquella entonación.


Anoche en medio de la ráfaga de colores podía percibir la tímida luz de un hada del bosque. Y la Pacha Mama me acariciaba, y tomándome de la mano me decía con voz tenue y masculina: ya no hay nada que curar, tu tienes la luz.


Anoche después de darle rienda suelta al llanto, me despedí de mis demonios y los liberé. Y al ritmo de los tambores de Moi, comprendí que nunca estoy sola y que el miedo nos alerta para buscar cambios y solución.


Anoche mientras bailaba con mis miserias, comprendí que con todo y mis trescientos defectos soy grande, y que desde mi grandeza los problemas tienen solución, solo hay que levantarse del suelo. Y al ver la llegada de los maestros, y cantar las letras de sus mensajes, el negro que luego se hizo garabatos de colores, comenzó a disolverse entre la arena y alejarse con las olas del mar, para dejarme sentir nuevamente calor.


Y entre las nubes se mostraba como mariposa saliendo de la crisálida el sol más hermoso que adornaba al cielo con un intenso tono naranja con olor a redención. Y en medio de la alegría volvieron aquellas canciones que hacían latir y vibrar a mi terco corazón, esas que a mi mente le daban la certeza amable de tener una nueva visión.


Entre abrazos, risas y palabras compartidas de amor, saludamos al sol naciente y con él sentimos el alivio de una nueva oportunidad de aportar más valor a la vida. Ahora hay más conciencia de toda la evolución y el mensaje, que por dormidos o distraídos no percibimos y siempre están allí, esperando a ser escuchados y aprendidos . . . en ese instante preciso, en ese portal de ensueños que ruega ser descubierto . . . De la oscura noche al amanecer.


(Con Cariño para Adri, Dara, Lily, JeiJei, Moi, Carlos, Mariú y Christian).


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