Inspiración - Transpiración

Fotografía: Rómulo Peña

en ocasión del Día Mundial de la Fotografía Estenopeica

Retomando un tema tocado anteriormente en un guarapo reciente

que hablaba sobre el deseo, como elemento fundamental

para la consecución de nuestras metas, más allá del talento y la habilidad natural

para realizar tareas,

hoy escribo estás líneas para comentarles algo más.

Cuenta Napoleon Hill en su libro "Piense y Hágase Rico" que el deseo

cuando es real y verdadero corre por nuestras venas,

se impregna en cada una de nuestras respiraciones

y se amarra a nuestros pensamientos.

Así como cuando nos enamoramos,

que solo pensamos en el objeto de nuestro aprecio,

y nos imaginamos  los días y las situaciones con él,

y la felicidad que nos produciría tenerlo con nosotros.

Cuando pensamos mucho en lo que queremos

y nos imaginamos la vida con eso o ese que queremos obtener,

se generan sentimientos que desatan emociones.

Y en una situación estándar, es la emoción

la que nos impulsa a actuar, para bien o para mal.

Y es cuando actuamos que vamos a lograr resultados.

Porque se ha dicho mucho por allí:

"Piensa y planifica,

pero pon fecha a la acción,

si no, te quedarás sólo con la idea".

En este momento, en el que están pensando seguramente en alguna idea sin concretar,

o en esa meta inconclusa que de vez en cuando causa dolor,

les hago (y me hago) un llamado a realizar el plan de acción,

y volverlo tangible tomando acción de verdad, haciendo, realizando la tarea.

Igual que cuando empezamos en el gimnasio, lo más difícil es ir la primera vez, así

se mueve esta vibración. Si rebasamos la barrera

limitante que nos impide comenzar a realizar el marathon 10K hacia eso que queremos,

los demás pasos serán sencillos porque estaremos enfocados,

porque dar el primer paso es lo más difícil

y porque empezar implica cambiar.

No nos quedemos con las ganas,

actuemos,

participemos en el desenlace de nuestras historias,

que seguramente se unirán en un tramo,

y a la vez se abrirán en mil campos.

Y apliquemos la forma de Einstein:

esa que dice 10% inspiración

90% transpiración.