Crecer, Aprender y Avanzar

Fotografía: Vaculi - soyouthinkyoucansee

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Entre tantas cosas que he aprendido últimamente, la lección que más clara tengo en la mente, es la de utilizar todo lo que me pase, todo lo que me rodea, todo lo que me digan, todo lo que me diga, todo lo que suceda dentro y fuera de mi, todo lo que me preocupe y todo lo que me alegre para CRECER, APRENDER Y AVANZAR.

No se trata de un camino en específico sino de la visión con la que emprendamos el camino. Abiertos, receptivos, con los ojos espabilados para observar en detalle y los oídos curiosos, para escuchar realmente y con atención. Y entender que a veces el mensaje no está en las palabras sino en el silencio, y la verdad no está en las letras sino en el espacio que hay entre ellas; que a veces el mejor consejo es el que te da un día sin sol, y el mejor feedback no es precisamente el que esperas oír; que no hay que esforzarse tanto para materializar los sueños, ni sufrir una telenovela para alcanzar las metas.

Hay hasta en el sonido del viento, y en el brillo de las miradas momentos para crecer; y todos los días vienen cargaditos y repletos de lecciones para aprender. Hay hasta en los actos más sencillos y cotidianos motivos para avanzar; y en los gestos más sublimes intenciones de cambiar.

Y después de un buen sacudón, se acuerda uno (YO) que enfocado y relajado se puede disfrutar mejor la travesía hacia el destino que en verdad queremos vivir, no el que se impone por mayoría o el que otros quieran para nosotros porque así lo piensan mejor. Y termina entendiendo uno (YO), que "lo que resiste persiste" y acabamos por agotarnos (REALMENTE YO) de tanto bregar por una vida diferente, cuando el universo nos pone allí a "patica de mingo" la asistencia y las herramientas para construirnos el mundo que queremos (EL MUNDO QUE QUIERO YO).

Si, yo voy a mirar con más detenimiento y "mirarme" con mas objetividad, y me permitiré saborear las indulgencias que le permito a los demás. Si, voy a quedarme callada y dejarte terminar la oración con el fin de hacerme más grandota, porque escuchar me da poder. ¡Si si! voy a reprenderme menos para no quedar exhausta o poco motivada, y me voy amar primero para aprender cómo amar a los demás. ¡Si! voy a preguntar antes de suponer, y a pedir de forma específica lo que quiero antes de mi designio imponer.

¡Si! voy a liberarme de mis complejos y las creencias que me causan inseguridad y, he de valorarme primero para que los demás comiencen a respetar. Voy a CRECER con mis errores, sin dejar nunca de caminar. Haré de cada acción un examen gustoso, que escribiré con tinta de entusiasmo para siempre querer APRENDER. Y dejaré hablar a mi intuición, cada vez que me de un cabezazo contra un muro macizo, o me de por pensar que se acabó el camino . . .

. . . si en el fondo yo se que soy una eterna transeúnte, que se hunde en la arena cuando se niega a AVANZAR.