Sobre @ArizonaRockCoach

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Princesa Hechicera del Reino Indómito de Urumaco; guarapera empedernida, coach ontológico, pasajera, y transeunte de una vida Sin Desperdicio

Guarapo

La Real Academia Española explica que la palabra "guarapo" es una voz quechua cuya definición reza: "Jugo de la caña dulce exprimida, que por vaporización produce el azúcar".

Para nosotros los venezolanos, el guarapo aparte de refrescar, también se asocia al temple y poder de decisión. Este blog tiene por meta refrescar con dulzura la fuerza en el corazón, y ayudarnos a continuar con optimismo y coraje este incierto camino que, cada vez más escabroso, se llama vida.

domingo, 5 de agosto de 2012

EL EFECTO LIMARDO

Texto: Arianny Valles
Fotografía: compartida en facebook

Ciudad Bolívar y Toda Venezuela camina ahorita por la calle, mirando para todos los lados y con cierta velocidad: esto, para no distraerse y ser presa del hampa. Y caminamos desde esta semana con una pícara sonrisa que se evidencia por una divertida muesca por un ladito de la boca, como queriendo escapar de una seriedad defensiva que la contiene. Si te has encontrado en esta situación, seguramente eres portador alegre del #EfectoLimardo.

Si ya sabes diferenciar entre una espada, un sable y un florete . . .
Si ya sabes el significado en español de las expresiones francesas: En garde! Pres!!! Allez!!! . . .
y en tus juegos de manos y muestras de cariño, tocas a alguien y gritas  "Toucheé" . . .

Listo!!! estas bajo los embrujos psicotrópicos eufóricos y embriagantes del #LimardoEffect, definido como esa alegría colorina que emerge esperanzadora de entre los escombros de la desidia, el miedo, la indolencia y la agresividad en nuestro colectivo corazón abatido por la falta de moral, la impunidad y la inseguridad, como respuesta al triunfo de Rubén Limardo en la esgrima olímipica categoría espada individual, quien se hizo con una medalla de oro y así, se coloca junto al Morochito Rodríguez en el medallero dorado de nuestro país, y junto a Ramón Fonst de Cuba, el otro latinoamericano laureado con la máxima presea en esta disciplina desde la historia de las Olimpíadas Modernas.

Con destreza, soltura, confianza, velocidad vertiginosa y precisión quirúrgica este esgrimista paisano, usando su mano zurda, (la que tuvo que utilizar luego de un percance en patineta) de manera ágil, rauda y viva, envistió con rápidos ataques a sus iguales de Egipto, Suiza, Italia, Estados Unidos y finalmente Noruega para pararse orgulloso en el más alto escalafón del podio. Ya mi hermana me había dicho que Limardo iba a ganar, porque él tenía un motivo: darle esa satisfacción al alma de su difunta madre, quien lo acompañó, mientras pudo, a todas sus competencias nacionales e internacionales.

Claro, ya Rubén había recorrido otras pistas antes de Londres. La Copa del Mundo en París y los Panamericanos de Santo Domingo en 2003, donde obtendría la Plata y la oportunidad de continuar su entrenamiento en Polonia y estudiar psicología. Brillante selección académica para alguien que se gana la vida enfrentándose con una espada a diversos oponentes.

En 2004-2005 Limardo fue el abanderado venezolano en los Juegos Bolivarianos de Armenia y Pereira. Y en 2007 en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro saboreó el sabor de la victoria absoluta, para después en los Juegos Olímpicos de Pekín caer al primer encuentro individual, y como equipo justo para los cuartos de final.

Ya en los Panamericanos de Guadalajara 2011, con presea plateada en equipo e individual, el guayanés tenía grabada en cada neurona de su cerebro y en cada vena de su cuerpo el gran sueño olímpico. Así que verlo ostentando una medalla de oro, era algo que sus cercanos sabían que en algún momento iba a suceder. Nuevamente se escucharon las notas de nuestro glorioso Himno Nacional, después de 44 años, acompañados con unas emotivas palabras de nuestro espadachín tricolor: "Esto es por mi mamá, y para los niños, para que nunca dejen de soñar".

Aparte de la grata satisfacción de sabernos provenientes de una tierra que pare glorias del deporte, esta medalla se convierte en bálsamo aliciente y esperanzador dentro de este transitar inhóspito y encumbrado; y más que eso, en la prueba fehaciente de que cuando se quiere, se puede. Porque Rubén Limardo Gascón, quien recientemente cumplió 25 años, practica  esgrima desde los 7, es decir, tiene 18 años visualizando en su mente la imagen de él parado sobre el enorme podio, besando su medallota dorada. Y además, se ha preparado física y mentalmente para lograr esta hazaña; y ¿saben qué? lo ha intentado varias veces. Y aún después de haber perdido en China al primer encuentro, no desanimó ni desechó su sueño. Solo tomó la experiencia como un aprendizaje y se preparó.

Por supuesto, se estarán diciendo: todos nuestros atletas se prepararon, todos recibieron el apoyo de las instituciones. Y se estarán preguntando qué tenía Limardo para destacarse por sobre todos los demás. Les escribí al principio lo que me dijo mi hermana: MOTIVACIÓN. Cuando estamos impulsados por esa fuerza vehemente que nos eleva en nuestros deseos y nos hace ver como menudencias y pequeñeces nuestros defectos y las fortalezas del oponente, se nos programa cada dendrita y cada hebra de esos hilos dorados que nos conectan a todo lo que hay en el universo para tener un único enfoque en nuestras mentes: el de no salir a intentarlo, sino salir a lograrlo.

Porque podemos tener la condición física, y un entorno que promueva la práctica de cierta actividad; Podemos conseguir los recursos para el entrenamiento adecuado y la adquisición de los mejores equipos; podemos dominar la técnica y entender a ciencia cierta las bases del juego, pero si no queremos GANAR, simplemente no será posible, y esto es una realidad.

Si Rubén le hubiese dicho a su tío, el que lo entrenó desde niño, luego del accidente en la patineta: "no tío ya no quiero seguir con la esgrima, me da fastidio usar la mano izquierda, yo soy diestro" . . . O hubiese tirado sus blancos guantes después del primer fracaso . . . O se hubiese quedado atado al dolor de haber perdido a su madre, otra hubiese sido la historia. Pero Limardo siempre quiso, y usó los errores, los envistes del destinos y el dolor como armas propulsoras hacia su destino.

Ojalá el #EfectoLimardo nos dure largo rato, más que para dar a conocer la esgrima y acercarla a nuestro colectivo diario, más que para hacernos sentir orgullosos, para que permanezca en el tiempo esta sensación de certeza triunfalista que dará a más de uno, el empujoncito que necesitaba para prepararse y lanzarse a la búsqueda de su medalla de oro, sapiente inconsciente de que ya con atreverse automáticamente se hace ganador. Y para seguir bajo los efectos de este suero estrellado que nos devuelve el poder, y nos despeja la mente para recordar otra vez, que cada quien es dueño y señor de su destino.

Y aunque jamás aparezca en una revista médica especializada, me doy el gusto de acuñar el término en este espacio, que al fin y al cabo he creado para esto: "Ladies and Gentlemen: This is Limardo Effect".

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