Sobre @ArizonaRockCoach

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Princesa Hechicera del Reino Indómito de Urumaco; guarapera empedernida, coach ontológico, pasajera, y transeunte de una vida Sin Desperdicio

Guarapo

La Real Academia Española explica que la palabra "guarapo" es una voz quechua cuya definición reza: "Jugo de la caña dulce exprimida, que por vaporización produce el azúcar".

Para nosotros los venezolanos, el guarapo aparte de refrescar, también se asocia al temple y poder de decisión. Este blog tiene por meta refrescar con dulzura la fuerza en el corazón, y ayudarnos a continuar con optimismo y coraje este incierto camino que, cada vez más escabroso, se llama vida.

viernes, 3 de febrero de 2012

Las Muertes de Vargas


Fotografía: Silvia Monagas
Texto: Arianny Valles

Fue Thomas Alva Edison quien en algún momento dijo “El genio es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de sudor.” A veces le pasamos de largo a esta cita, pensando que en algún momento de agotamiento mental, el genio, víctima de una mareo acuñó la frase sin realmente sobre ella reflexionar.

En la actualidad se nos hace novelesco, digno de un bodrio televisivo de las 9 de la noche, el hecho de que un ser mortal sin prostituirse o hacer cualquier otra cosa ilegal progresara en la vida o alcanzara las metas que se ha trazado.

Y se nos olvida que toda una generación echó para adelante así, a punta de trabajo abnegado, de acuciosos estudios y de meritocracia. Un camino derechito, diáfano, fresquito, con el destino a la vista de todos. Ahora la cosa se ha enturbiado bastante, y lo que antes era una recta hasta San Felipe, ahora es el distribuidor La Araña pero metido en un espacio de 5 metros cuadrados.

Sobresalen los casos, que aunque no la mayoría aun son abundantes, de gente que en ámbitos tan diferentes consigue hacerse notar y tomar el fruto de sus anhelos, gracias a promisorios talentos, pero más que eso, a un sistematizado esfuerzo orientado integralmente a la consecución de un objetivo.

Se habla mucho del talento de Vargas, de la fuerza de sus perfomances, de su prodigiosamente empírica capacidad musical, y de su histriónica manera de componer; pero poco se ha dicho de lo metódicamente empecinado que ha resultado ser este auténtico artista, quien con la mira bien puesta en el objetivo, ha sido capaz de enfrentar con fiereza grandes monstruos y obstáculos con estoica elegancia.

Y aunque divierte y derrite verle golpear el piano y sacudir la cabeza al ritmo de los compaces de sus poderosas canciones, realmente genera respeto y admiración cada vez que sin temor alguno agarra viaje para Caracas, con su morralito de jean y los brazos morados de tanto cargar con su teclado a cuestas; cuando asume con rigor religioso los aislamientos para componer; cuando con humilde determinación se somete a las dietas de pan y “Riqueza”; cuando aun después de una ardua jornada de varios días sin dormir, no se reservas sonrisas ni palabras amables para todos los que comparten con él; cuando él mismo se monta a trabajar en la preproducción y ambientación de sus videos; cuando pasa horas y horas enviando mensajes y demos . . .

. . . y cuando con gracia y suspicacia abandona, para enfrentarse con la oscuridad de la calle, el calor del hogar materno, ese que atesora con prudencia porque se sabe bendito de poseer el amor irreversible de unos padres comprensivos y unas hermanas devotas y solidarias.

Para Vargas el sueño del estrellato comienza con unas ganas indomables de tocar y de hacer su mensaje escuchar por pequeñas masas pensantes. Se esgrime mucho la frase en los guarapos de que “todos quieren ir al cielo pero nadie quiere morir” pero José Manuel tiene claro en su mente y en su espíritu que para llegar al cielo tiene que morir, por eso este guerrero Caquetío se esfuerza profundamente con todas y cada uno de las fibras de su humanidad, con cada una de sus estrategas neuronas y con la mayor de sus armas, la FE que el tiene de sí mismo.

Vargas muere todos los días al dejarlo todo en el escenario sin reparar en el tamaño de la tarima, consciente de que cada movimiento le acercará a su destino, y dispuesto a aprender de sus errores y valerse de ellos para crecer y escribir. Vargas muere todos los días, perdido en el nublado estupor de sus ideas y renace victorioso sobre sus demonios internos. Vargas muere todos los días, porque sabe que en cada intento se aproxima triunfante a su idílico cielo, seguramente nada parecido a nuestra visión del edén.

Hoy celebramos sus nominaciones y reconocimientos, y estamos completamente seguros de que sí gana o no gana premios, si se sube a los mejores escenarios musicales, si su irreverente blues se pasea por las capitales del mundo, o si su obra pasa a la historia eso solo dependerá de él . . . porque aun en extrema facultad de sus talentos, el mayor de ellos es aquel que lo lleva a la muerte para revivir después y PERSEVERAR.

Seguro que José Vargas en alguna de sus continuas muertes recordará otra cita, esta vez de Albert Einstein que dice: Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la VOLUNTAD.

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