Fotografía: Cheché Díaz Yugurí
Texto: Glomelys Arias
Hoy después de muchos días regreso al guarapeo, y publicando los pendientes. Comienzo con este grito desesperado de desamor, escrito por una mujer de oro, de temple de acero y sonrisa de luz. Esta chica, ha recibido pela y como una macha con la frente en alto y brillo en los ojos los ha sabido afrontar, sin amilanarse, sin acobardarse, sin rendirse y sin dejar de luchar. Mi completa admiración a la autora de estas palabras que leerán a continuación.
¡AMOR! Viendo hacia atrás me doy cuenta fue una decisión acertada haberte “matado” y no permitir que te siguieras apoderando de mí, ¡no te asombres!, déjame explicarte. Esa noche de agosto mis manos sudaban, mi corazón estaba anormalmente acelerado y luego de romper en llanto, a sabiendas de lo que haría, supe que no tenía más opciones: o te mataba con mi frente en alto y sin temblor de mano o en medio de la agonía de saber de tu existencia, de forma consciente iba a ver como la que se moriría era mi alma.
Aun no sé si fue intencional pero ¡falle! El diagnóstico de tu herida no era alentador, en mi intento no acabé con tu existencia en primer momento, sino que quedaste en terapia intensiva, pero me las ingenié y yo misma hice de médico y te fui desconectando los aparatos poco a poco… no me juzgues de asesina… era una cuestión de sobrevivencia, cosas tan simples, pero no por eso fáciles, como borrarte del pin para no saber qué hacías, no oír aquella canción de Arjona, no comer más torta 3 leches, me dio una tranquilidad increíble.
Hace días tuve una prueba de fuego y la superé. ¡El cuerpo que aun te mantiene agonizando estaba detrás de mí en el semáforo! Bendito sea el papel ahumado que no te pudiste manifestar y que Milka Duno se apodero de mí en ese instante. Así tal cual te dejé atrás, puedo reconocer con orgullo, que Tú AMOR no me jodes más.
Hoy aún respiras pero fuera y lejos de mi afortunadamente… en ciertas épocas del año mi corazón le ha reclamado a mi cerebro y su cómplice la mano lo que hicieron, y ésta ha estado tentada a tomarte el pulso y volverte a conectar, pero todo mi cuerpo está en contra de ella y no la apoya ni siquiera su homóloga izquierda, por lo que desiste rápidamente y todo vuelve a la normalidad.
No me juzgues ni me llames asesina, no me quedaron antecedentes penales… te dejé respirando en ese cuerpo y sonriendo para otra… si él te termina de matar ya yo estoy libre de culpa...
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