No se trata de olvidar automáticamente los eventos desafortunados que construyen nuestra vida, pero tampoco de tenerlos latentes, guardaditos pero a mano, para sacarlos como arma despiadada cada vez que nos sintamos heridos.
No se trata de descifrar misterios, o resolver problemas de cálculos. No es cuestión de imponer algún criterio o insertar una idea, la cosa está en discutir y encontrar el consenso.
Se nos escapan del cofre dorado de nuestro tiempo, momentos valiosos orientados a la reflexión en la búsqueda insaciables de culpables, y en está persecución frenética dejamos de ver hacia dentro y nos deslatramos de la responsabilidad que a nosotros nos compete, eso que en las canciones llaman VIVIR.
No se trata de echarle la culpa a quién tienes en frente, o de vaciarle un camión de sapos y culebrar cargados de mala vibra . . .
No se trata de hacerle ver a alguien una verdad, porque a fin de cuentas no hay verdad absoluta y aquí nadie vino a juzgar. Por el contrario, cuando se quiera apuntar con el dedo para reprocharle a otro que algo salió mal, es mejor respirar profundo e invocar de inmediato una solución y palabras de perdón.
La cosa no está para seguir perdiendo el tiempo mirando lo que está en la cajita cuando la vida sucede alrededor. No debemos seguir perdiendo el tiempo en la retórica de los eventos pasados, ni en la ilusión de un futuro que aun no ha llegado, el momento es YA!!! Si quieres que alguien sea más eficiente, es tu responsabilidad porque el deseo es tuyo. Si quieres que las cosas funcionen mejor, empieza a pensar en lo que tú puedes hacer en esa situación.
Si quieres tener una vida más tranquila, salte de tu rutina, y da más. Que bien es cierto que una sola golondrina no hace primavera, pero sí muchas lo intentan algo pasará. También es cierto que somos una madeja de defectos e imperfecciones, pero cuando tenemos luz nos podemos ver las telas de arañas y echar la limpiadita. Y si el operativo de limpieza es en conjunto y con buena voluntad los resultados llegan con armonía y naturalidad.
Es menester adoptar nuevas conductas, como por ejemplo la formulación de una pregunta al comenzar el día: ¿Qué haré hoy para mejorar? y luego de finalizada la jornada cuestionarnos: ¿Hice algo hoy para mejorar? -- Tomando "mejorar" como la búsqueda del progreso para nosotros como individuos y como sociedad.
Como se ha dicho tantas veces: las cosas no se hacen solas, y a alguien le toca siempre dar el primer paso. Y este comienzo no debería quedar supeditado a los días lunes o de quincena, a la espera de que llegue un Mesias o suceda un milagro. El momento es YA! El día es HOY, ayer y mañana no podemos hacer nada!
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